jueves, 20 de septiembre de 2012



CARCASS - “Necroticism: Descanting the insalubrious” (1991)

Cuando uno piensa en death metal old school procedente de Europa no puede evitar que se le venga a la cabeza la escena sueca; en parte se comprende bastante bien puesto que allí nacieron bandas grandes como Carnage, Entombed o Unleashed. Sin embargo, UK tampoco se quedó atrás en ese terreno (y en cualquier subgénero del metal, para qué engañarnos) y tuvo una escena curiosa de death metal en la que encontramos bandas como Benediction, Bolt Thrower o Carcass, cuyo tercer disco es el protagonista de esta reseña.

Carcass se fundó en 1985 en Liverpool de la mano de Bill Steer, y le acompañarían en su aventura musical Jeff Walker en el bajo y las voces y Ken Owen a la batería. Con esa formación sacan dos discos claves en el panorama del metal extremo: “Reek of putrefaction” y “Symphonies of sickness”, siendo el primero un disco de goregrind y el segundo contundente death metal.

Su tercer album, el protagonista de esta reseña, se llama “Necroticism: Descanting the insalubrious” y sale en 1991. Supone un paso adelante en el sonido que habían adquirido en su segundo LP, debido entre otras cosas a la entrada de un nuevo miembro de la banda: Michael Amott, guitarrista de Carnage y que, tras su marcha de Carcass, fundará muchas bandas como Spiritual Beggars o Arch Enemy. 

¿Por qué vale la pena este album? Por estos motivos:

El primero de todos es que el nivel de técnica y complejidad de los temas es, en general, elevado: riffs de guitarra elaborados y trabajados, que juntan por igual crudeza, violencia y técnica; una batería con un repertorio de ritmos bastante amplio; un bajo que aunque cueste un poco apreciarlo ofrece un trabajo solvente y una voz principal rasgada y violenta, acompañada en algunos casos de voces guturales.

En segundo lugar por la producción: Una producción correcta que ofrece un sonido lo bastante limpio como para que se puedan distinguir los instrumentos pero sin descuidar la “suciedad” típica de las bandas del género.

En tercer lugar por las letras: Las letras de este grupo son (a pesar de que luego hay una evolución a temas más personales y sociales) sobre patologías, enfermedades y gore, lo que ofrece un repertorio de vocablos médicos bastante amplio en sus canciones.

En cuarto y último lugar porque supone una prueba evidente de que Carcass no estanca su sonido, sino que evoluciona a medida que transcurren los lanzamientos de sus trabajos. Además, este album en particular cuenta con varios himnos inmortales del death metal.

Tema por tema:

Impropagation: Unos ruidos confusos abren la canción; luego inician unos riffs de death metal y, con eso, inicia un tema muy técnico, en el que la alternancia de ritmos medios con partes más rápidas. La instrumentación se ajusta bastante bien (guitarras ofreciendo riffs y solos agresivos, brutales, en ocasiones melódicos, pero siempre elaborados; bajo muy presente y batería solvente) y la voz característica de Jeff Walker hace acto de presencia en el tema; cuenta con voces de acompañamiento puramente guturales. Para que sirva de ejemplo de lo que será este disco.

Corporal Jigsore Quandry: Una voz inicia el tema; luego, Ken Owen demuestra su talento a la batería para abrir el tema. Sigue más o menos la misma estructura que el tema anterior, un tempo medio predominante en todo el tema, riffs agresivos típicos del death metal, bajo notable y la voz única de Walker acompañada por sus compañeros guitarristas.

Symposium of sickness: De nuevo voces abren esta canción. Luego inician unos riffs afilados y unos blast beasts demoledores para dar paso a un tema en los que la sucesión de tempos rápidos con otros más medios son la norma en esta canción. De lo mejor del disco, ofreciendo un trabajo de guitarras muy notable y las voces principales y de acompañamiento muy correctas.

Pedigree Butchery: Mas voces y, luego, una rápida intervención instrumental con riffs agresivos y ritmo medio, alternando con partes de guitarra más melódicas. Tras esto, comienza un tema en el que se sigue la fórmula vista en anteriores temas: alternancia de partes rítmicas rápidas con otras más lentas, secciones de guitarra muy técnicas y en no pocos casos melódicas y voces acordes al estilo musical.

Incarnated Solvent Abuse: De nuevo voces que acaban abruptamente para abrir con blast beats y guitarras afiladas. Luego, se pasa a una sección de predominante tempo medio (con alternancia de partes más lentas y otras más rápidas) con riffs cortantes, solos muy técnicos, batería sólida y consistente, bajo correcto y voces bien ejecutadas. Uno de los mejores temas del album.

Carneous Cacoffiny: De nuevo seguimos con la alternancia de secciones rápidas con otras más lentas sin perder agresividad. Los riffs se ajustan a cada sección de la canción de forma eficaz, ofreciendo pasajes más lentos, otros más rápidos, pero sin renunciar a la agresividad y en ciertos casos a la melodía. La batería ofrece desde blast beats a partes más pausadas. Las voces siguen en su línea.

Lavaging Expectorate Lysergide Composition: Con un inicio más “calmado” de ritmo medio y un trabajo de guitarra muy técnico, se abre este tema. De ritmo en general más pausado que el resto de canciones, unas guitarras que acompañan correctamente y unas voces que no desentonan para nada en el tema.

Forensic Clinicism - The Sanguine Article: Se acaba el album con unas guitarras agresivas que dan paso a una batería que ofrece un trabajo muy técnico, con partes más lentas y otras más rápidas, como es lo géneral en este disco. Los riffs se ajustan a cada pasaje rítmico de forma correcta, ofreciendo partes más lentas y otras más rápidas sin perder esa sensación de agresividad; los solos aquí siguen la tónica habitual, siendo de un gran trabajo compositivo. Las voces tampoco cambian de forma significativa y cumplen.

Tras todo esto se pueden concluir varias cosas: La primera de ellas es que el death metal old school no se reduce a EEUU (Morbid Angel, Death, Deicide, Obituary, Master...) o Suecia (Carnage, Unleashed, Entombed...), sino que UK también tiene bandas de calidad dignas de formar parte de los clásicos del género; la segunda es que Carcass es una banda de referencia en el panorama del metal extremo por la influencia de sus primeros trabajos, claves en el desarrollo del grind, y de su posterior material (sobre todo el Heartwork) que junto con los trabajos de la banda sueca At the Gates desarrollarían lo que se conoce como “Melodic Death Metal”; y en tercer y último lugar porque el “Necroticism: Descanting the insalubrious” merece, por méritos propios citados en la reseña, figurar en la lista de clásicos del death metal, junto con “Altars of Madness” o “Scream Bloody Gore”, por ejemplo.

NOTA DEFINITIVA: 10/10

Line-up del disco:

Jeff Walker: Voz, bajo.
Bill Steer: Guitarra.
Michael Amott: Guitarra.
Ken Owen: Batería.