jueves, 5 de julio de 2012

TROUBLE – “Psalm 9” (1984) 


No cabe duda de que Black Sabbath fue, junto con otras bandas como Deep Purple, Blue Cheer y otras más (aunque sin llegar al nivel de influencia de Iommi, Osbourne, Ward y Butler), la pionera del heavy metal. No obstante, sin quererlo, también desarrollaron la creación del doom metal, en composiciones como “Black Sabbath” o “Iron Man”; eran canciones lentas y pesadas con una atmósfera oscura y siniestra (como muchísimos temas suyos). Esta fórmula fue cogida, explorada y explotada por multitud de bandas de heavy/doom, como Pentagram, Saint Vitus o Trouble, cuyo album de debut “Psalm 9” se analizará en esta crítica. Trouble se forma en Chicago (Illinois, Estados Unidos) en 1979, y sus integrantes tienen como objetivo crear canciones inspiradas a nivel de sonido en Black Sabbath (y otros grandes del rock más duro que escuchaban y disfrutaban de jóvenes) con letras de temática cristiana. Debutan (a nivel de LP) en 1984 con su album “Psalm 9”, un trabajo en el que hacen un heavy/doom metal similar al que practicaba Black Sabbath, pero intentando hacerlo lo más suyo posible. Una pareja de guitarras ideal ofrece una serie de riffs y solos que van entre el heavy más clásico y el doom más tradicional, una batería solvente que se mueve entre ritmos medios y lentos, un bajo que acompaña muy bien al resto de la instrumentación y una voz que recuerda en cierta medida (al menos personalmente) a grandes clásicos del hard rock de la década pasada como Robert Plant.



Canción por canción:

The tempter: Iniciamos el disco con este tema, una canción que empieza con unos sintetizadores y una percusión que genera una sensación de maldad para luego abrir con unos riffs 100% doom, al más puro estilo Black Sabbath, un bajo correcto y una batería lenta que marca un ritmo lento y solemne, mientras se oye una voz sobrenatural. A continuación, se va a un ritmo medio con riffs más rápidos y empieza la voz de Mr. Vagner, que nos hace recordar a grandes de rock setentero en este tema y el resto de temas del album; estas secciones van sucediéndose de forma alterna a lo largo de la canción. Mención especial al correctísimo solo de guitarra en el puente de la canción. Un tema ideal para abrir el disco.

Assassin: Un riff rapidísimo de guitarra abre esta canción de ritmo medio. No tardan en entrar en acción el resto de integrantes de la banda ofreciendo un tema de heavy metal cañero de vieja escuela. Un poco antes de la mitad de la canción hay una sección más pausada pero luego se vuelve a la caña y a la rapidez, de paso que se ofrece buenos solos de guitarra. Para una buena sesión de headbanging.

Victim of the insane: Una entrada solemne abre un tema más doom; se da paso a una sección lenta y densa, en la que el vocalista realiza una interpretación sublime. Atención al solo de guitarra que se ofrece pasada la mitad de la canción. Tras el solo, viene una sección más rápida, en la línea de la canción anterior, para cerrar el tema.

Revelation (Life or Death): Una intro de guitarras abre este tema, seguida de un bajo y una batería lentas, para crear esa atmósfera tétrica y lúgubre típica del doom metal. Tras la intro, se inicia un tema de ritmo medio y guitarras “groovies” en los que la voz encaja sin problemas en la canción. A los tres minutos y medio aproximadamente hay un ligero cambio en los riffs, siendo más protagonistas y ofreciendo, junto con la batería y el bajo, una sección más rápida con groove.

Bastards will pay: Unas guitarras melódicas seguidas de una batería que marca un ritmo medio/rápido abren el tema. La voz sigue sin dar problemas y se muestra en su línea. Las guitarras pasan a ser más rápidas y afiladas y se puede notar (al menos lo noto yo) un cierto tributo al heavy metal británico. Pasada la mitad de la canción, el ritmo se hace lento para volver a ser medio/rápido.

The fall of Lucifer: El frenético inicio nos indica que nos enfrentaremos a una canción frenética: Un riff machacón es el protagonista de este tema, sin quedarse atrás la parte acompañante, que marca un ritmo medio/rápido. La voz en su línea. Notable solo de guitarra. Pasada la mitad del tema se llega a una parte más lenta y repetitiva para luego cambiar a una parte de ritmo medio con otro solo de guitarra.

Endtime: Unas guitarras abren este tema instrumental, creando de nuevo una atmósfera maléfica. El bajo y la batería ayudan a crear esa atmósfera densa y oscura con una alternancia de ritmos lentos con otros más rápidos.

Psalm 9: “Finalizamos” con el tema que da título al disco. Una apertura de guitarra al más puro estilo doom metal inicia el tema, junto con una voz entonando citas religiosas. Tras eso, empiezaa un tema de ritmo medio con riffs “doomies”. A mitad de canción la batería comienza a “dar guerra” para luego volver a la solemnidad del tema.

Tales of the brave Ulysses (bonus): Cover del grupo británico de rock “Cream”. Cogen la esencia blues/rock de la canción y la hacen suya, al estilo heavy/doom.



Como se mencionó anteriormente, las letras están enfocadas en el cristianismo, tanto en historias bíblicas (The fall of Lucifer) como eventos cotidianos (The Tempter). Un album imprescindible de una banda imprescindible para comprender el desarrollo del doom metal más clásico, junto con Saint Vitus, Candlemass, Witchfinder General, y un largo etcétera. Si te gusta este género, no te pierdas este album.


NOTA DEFINITIVA: 8,5/10

 Line-up del disco:
Eric Vagner: Voz.
Bruce Franklin: Guitarra.
Rick Wartell: Guitarra.
Sean McAllister: Bajo.
Jeff Olson: Batería.

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